- La alergia
- Alérgenos
- Asma
- Alergia a la leche
- Alergias Alimentarias
- Conjuntivitis
- Dermatitis atópica
- Dermatitis de contacto
- Eosinofilia
- Rinitis alérgica
- Urticaria y angioedema
Ácaros
Son insectos microscópicos (arácnidos), que se encuentran en el polvo doméstico. Su tamaño es inferior a medio mm (de 250 a 350 µ). Para sobrevivir requieren condiciones ambientales concretas: temperaturas suaves (ideales de 25 a 30º) y humedad por encima del 75-80%, por lo que se desarrollan mejor en zonas costeras (cornisa cantábrica, Canarias, Baleares). Viven preferentemente en dormitorios, colchones, moquetas, tapicerías… Se alimentan de las escamas de la piel que desprende el hombre y los animales. El alérgeno del ácaro procede tanto del cuerpo del animal como de sus heces, y es de un tamaño de unas pocas µ (micras), es decir de un tamaño que puede ser inhalado y producir síntomas de alergia respiratoria. En España son la causa principal del asma y de la rinitis. Hay más de 800 familias conocidas de ácaros. Los más importantes en la producción de alergia son el género Dermatophagoides (D. pteronyssinus, D. farinae), y los llamados ácaros menores o de almacén (géneros Tyrophagus, Lepidoglyphus y otros).
Pólenes
Son los gametofitos masculinos de las plantas superiores, llevados por el viento, que en épocas determinadas (primavera-verano) van en busca de su homónimo femenino, para garantizar la procreación de la especie. Su tamaño es entre 5 y 20 µ y al ser inhalados producen reacciones alérgicas en un 20% de la población. Causan rinitis y asma. Una cifra superior a 30 granos por metro cúbico (recogida en los captadores de pólenes) puede producir sintomas. Durante los meses más críticos (mayo-junio) las concentraciones diarias de pólenes se publican en muchos medios de comunicación, servicios de teletexto e Internet:
En España existen tres áreas botánicas diferenciadas:
- verde (costa cantábrica): predominio de pólenes de gramíneas
- seco continental: predominio de pólenes de gramíneas y de olivo
- seco costero (mediterráneo): predominio de pólenes de parietaria y gramíneas
En la Península precisamente son estos tres tipos de pólenes los que causan alergia en la población:
- gramíneas (hierba común)
- olivo
- parietaria
Si bien existen otros pólenes que por el número de casos son menos frecuentes, pero no menos importantes: otras malezas (artemisia, llantén o plantago, diente de león…), y pólenes de árboles como abedul, avellano, plátano de sombra, ciprés, pino...
Hongos o Mohos
Crecen en ambientes húmedos, de cierta temperatura y mejor en la penumbra, tanto en el interior de las casas como en el exterior. La inhalación de sus esporas, principalmente (que se encargan de la procreación) puede causar alergias tanto inmediatas como retardadas: rinitis, asma, alveolitis, etc. El tamaño de las esporas suele ser de 1 a 100 µ, y su concentración atmosférica aumenta en otoño y primavera. El 10% de las asmas se debe a los hongos aerógenos. Los más frecuentes en la producción de alergia son las especies Alternaria, Aspergillus, Penicillium, Cladosporium, etc.
Epitelios de animales
Los pelos, las escamas, la saliva, la orina o las heces de determinados animales pueden producir alergia por inhalación o por contacto, dando lugar a conjuntivitis, rinitis, asma, urticaria, etc. Son frecuentes las alergias a los gatos (animal lamedor) por unas proteínas que se encuentran en la saliva. También existen alergias a perro, hámster, pájaros, etc. El 15% de las asmas y rinitis se debe a sensibilización a animales. Las palomas, los periquitos, etc. pueden producir alveolitis alérgicas, a veces graves, debido a la inhalación de alérgenos de sus plumas y sus heces.
Alimentos (trofoalergenos)
Pueden producir sintomatología cutánea, digestiva, rinitis o asma, anafilaxia y hasta reacciones mortales. (Ver “ALERGIA ALIMENTARIA”)
Aditivos, conservantes, colorantes
Los aditivos son sustancias químicas o naturales que se añaden a los alimentos, cosméticos o medicamentos con el fin de evitar o retrasar su descomposición (conservantes), mejorar su sabor (aromatizantes, edulcorantes), cambiar su color (colorantes), alterar su textura (estabilizantes) o mantener su calidad nutritiva. Suelen estar indicados en clave: los europeos de la CE: E-100, etc. La numeración nacional se asigna con una H. Pueden producir reacciones adversas (urticaria, rinitis, asma, dermatitis de contacto, alteraciones digestivas, etc.) por diferentes mecanismos. (Ver “ADITIVOS Y ALERGIA”)
Medicamentos
Prácticamente todos los medicamentos pueden producir reacciones adversas de diversa índole, de los cuales sólo una pequeñísima parte son de mecanismo estrictamente alérgico o inmunológico. Los medicamentos más frecuentemente implicados suelen ser:
- Antibióticos: Betalactámicos (penicilina y derivados, cefalosporinas), sulfamidas, tetraciclinas, quinolonas, estreptomicina (ahora en desuso), etc. Producen el 60 % de las alergias medicamentosas.
- AINE o analgésicos: AAS (Aspirina), pirazolonas, antiinflamatorios, etc. Producen el 35% de las alergias medicamentosas.
- Anestésicos locales: en pequeñas intervenciones, dentista, etc.
- Anestésicos generales y medicación perioperatoria: relajantes musculares, sueros, barbitúricos, opiáceos (liberación de histamina), etc.
- Contrastes radiológicos: Pueden aparecer reacciones alérgicas o seudoalérgicas en un 10% de las exploraciones con medios de contraste (TAC o Scanner, Urografías, Angiografías, etc), siendo ahora menos probables con el uso de nuevos contrastes y las precauciones de los radiólogos.
Pueden producir sintomatología cutánea, digestiva, rinitis o asma, anafilaxia y hasta reacciones mortales. (Ver “ALERGIA ALIMENTARIA”)
Contactantes
Pueden producir dermatitis (eczemas), debido al contacto de sustancias alergizantes o irritativas. Afectan a más del 10% de la población y es más frecuente en mujeres. Tienen mucha importancia en las patologías ocupacionales (profesionales). Las sustancias más frecuentes son (VER CONSEJOS PARA PACIENTES):
- Metales (Níquel, Cromo, Cobalto, etc)
- Tintes de pelo y ropa: PPD (parafenilendiamina)
- Bálsamo del Perú
- Perfumes
- Conservantes y antisépticos como el tiomersal (mertiolate).
- Aditivos de cauchos y gomas
Venenos de insectos himenópteros (avispas, abejas)
La picadura de insectos implica la inoculación de una serie de sustancias tóxicas que siempre producirán una reacción local de mayor o menor tamaño. Pero también existe la posibilidad de ser alérgico al veneno de algunos insectos, lo que puede suponer no sólo una reacción local, sino una anafilaxia (choque alérgico grave) o la muerte. Se cree que el 1% de la población puede tener una alergia a los himenópteros (abejas y avispas). Otros insectos que pueden producir alergia: mosquitos, hormigas, chinches, etc.
Látex
Es la savia de un árbol tropical (Hevea brasiliensis) y es el componente principal del caucho (goma) con el que se fabrican guantes, preservativos, chupetes, sondas, colchones, etc. Produce alergias inmediatas por el propio látex, sobre todo entre el personal sanitario, o alergias tardías de contacto por los otros componentes químicos del caucho.
Parásitos
Intervienen en muchos procesos alérgicos (urticarias, angioedema), tanto como causantes, como desencadenantes. Causan elevación de la inmunoglobulina E (IgE) que también interviene en las alergias inmediatas. En la actualidad uno de los más importantes es el parásito del pescado Anisakis simplex, que puede producir alergia en las personas que consumen pescados y moluscos marinos (VER CONSEJOS PARA PACIENTES: “ANISAKIS”)
Alérgenos profesionales (VER CONSEJOS PARA PACIENTES)
Los alergenos ocupacionales o profesionales varían en función de las distintas profesiones, y pueden depender de un mecanismo alérgico o no (farmacológico, irritativo, etc). En ocasiones afectan a personas con determinados hobbies (por ejemplo, la comida para peces, los cebos de pesca o los pegamentos domésticos pueden producir alergia)
Los principales agentes implicados son:
- Proteínas de origen animal (veterinarios, personal de animalarios y zoológicos, investigadores, jinetes, manipuladores de alimentos,etc).
- Látex (personal sanitario, fábricas de preservativos...): más común en atópicos.
- Maderas, sobre todo cedro rojo y tropicales, tanto en inhalación como en contacto.
- Harinas de cereales (además contienen ácaros y otros parásitos, como Sitophilus granarius, enzimas como alfa-amilasa, etc.).
- Vegetales: semillas de ricino, café verde...
- Enzimas: alfa-amilasa, papaína, bromelina, celulasa...
- Fármacos (manufacturación de productos farmacéuticos, personal de enfermería...).
- Sustancias químicas: formaldehído, isocianatos, anhídridos ftálico y trimelítico, sales de platino y de cromo (galvanizados), resinas epoxi (pinturas, pegamentos, barnices), colofonia de los esparadrapos y vapores de colofonia de los soldajes eléctricos, etc.